Situación

cap kojac 6b

Los personajes viajan en el transiberiano, en el vagón de lujo. Son las 10 de la mañana y el tren atraviesa una de las regiones más abruptas de Siberia central. Cuando esta haciendo una parada rutinaria para repostar agua son atacados por un grupo de unos 20 – 30 bandidos cosacos al mando del temible capitán Kojak. Es el año 1935. Los personajes jugadores que intervienen en la escena son:

  • James: un ex – ranger americano. Tipo rudo.
  • Un arqueólogo, típico profesor de universidad. Lo llamaremos “el profesor”.
  • Una hermosa y elegante diletante con aires de noble llamada Irina.

Además contamos con la colaboración especial del pnj:

  • Coronel Denisov. Jefe de un regimiento de tanques ruso en Vladivostok. Héroe condecorado.

Y, claro está:

  • Capitán Kojak: Temible jefe cosaco al que le gusta la juerga, las mujeres, las peleas y el alcohol. No necesariamente en este orden…

Acción

Los cosacos rodean al tren y se dividen en grupos para asaltar su contenido y pasajeros. El rudo James elimina rápidamente a los cosacos que estaban en el vagón de lujo y se dirige hacia el vagón de la locomotora, donde presumiblemente algunos cosacos están amenazando al maquinista. En el salón, al final del vagón, elimina a dos cosacos más para encontrarse cara a cara con el Capitán Kojak! que le mira con cara socarrona pistola en una mano y botella de vozca medio llena en la otra.

Se inicia un tiroteo con pocas consecuencias hasta que uno de los disparos de James rompe la botella de vozca. Ante lo cual el capitán exclama (en ruso): pero que haces tio! Tira su pistola, saca el sable y se abalanza hacia James que decide defenderse con su largo cuchillo de caza. Sigue una pelea sable contra cuchillo en la que nadie parece ganar ni perder terreno. En eso que llega el profesor y James aprovecha la circunstancia para saltarse al capitán diciendo: tengo prisa, le dejo con este que si no, no sería una pelea justa.

El capitán masculla algo ininteligible en ruso y continua con su nuevo contrincante que saca los puños y le reta a una pelea a puñetazos, al viejo estilo, mientras va saltando ágilmente con un juego de piernas digno del más diestro púgil inglés. El capitán sonríe (sonrisa lobuna) tira su sable y se dispone a demostrar a ese petimetre que a un cosaco ruso no le gana en pelea ni Dios. Y, ciertamente, después de unas cuantas hostias queda claro que, a pesar de que la esmerada técnica del profesor, la potencia de su pegada se queda algo corta comparada con los tremendos puñetazos de su rival.

Pero entonces llega el coronel Denisov, acompañado de cerca por la encantadora Irina que rápidamente apunta al capitán Kojac gritando: ríndase o es hombre muerto (en ruso). A lo que el capitán responde: no interrumpa una pelea de hombres! (en ruso barriobajero). Ante esta respuesta el coronel retiene a Irina que quería freír a tiros al capitán, diciendo: espere, es una cuestión de honor, ahora no podemos intervenir.

Así que la pelea continuó hasta que un fenomenal directo a la barbilla de Kojak envió el frágil cuerpo de su oponente al otro lado del pasillo. Hecho esto, el capitán se giró con una mirada de fiereza aún en su rostro, escupió un coágulo de sangre y alcohol, levantó las dos manos al frente en claro signo de que aceptaba ser esposado y dijo. Me rindo coronel, me rindo, solo querría pedir una cosa. ¿El que? preguntó Denisov. ¿Podrían traerme una botella de vozca a la celda, muy frío a ser posible?

Y así acabó la pelea…