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Walküre: Japan Empire
Master: Enric
Jugadores: Cristina, Skaven, Andrés, Christian y Carlos Aranda
Sistema de juego: Walküre / CdB-FATE
Horario: Sábado tarde semana A2
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Lugar: Base naval submarina de Seiryū Kitora (Dragón Azul). Año: 2075
Esta base submarina es la joya de la corona de las fuerzas armadas del Japón Imperial. Consta de modernas instalaciones equipadas con tecnología de vanguardia. Está ubicada en la cuenca de Tsushima, cerca del estrecho homónimo, y alberga una base de submarinos nucleares de reactor de fusión. La base ocupa la totalidad de una montaña, horadada en varios niveles, acogiendo hangares, silos de misiles intercontinentales, un complejo industrial avanzado, laboratorios de investigación e instalaciones autónomas capaces de acantonar tropa y oficiales, incluyendo un complejo de mando dotado de modernas comunicaciones.
Los personajes estan siendo entrenados por el fiero sargento Ioshimi Kariburu, apodado mecha rápida debido a su temperamento altamente inflamable y su tendencia a forzar las situaciones al límite (y algunos dicen que también por su afición al sake). Serán sangre fresca para la fuerza de comandos del regimiento Yokosuka, de la Kaigun Tokubetsu Rikusentai (infanteria de marina ). Eso cuando acabe su entrenamiento, claro. Bueno… para los que sobrevivan a él.
Nota: Esta partida ya no está en activo.
Anales de la Alianza de Ourobóros
Quede constancia aquí que fuere este el compendio de los anales y registros de la Alianza de Ourobóros, perteneciente a la Orden de Hermes y adscrita a la Phyla Propontiana del Tribunal de Tebas, con sede en la muy eminente y santa ciudad de Constantinopla, Joya del Comercio, Guardiana del Mármara, Capital del Imperio Latino y Sede del Patriarcado de la Santa Iglesia Ortodoxa de Jesucristo Pantokrator Nuestro Señor. Donde se registraran los ires y venires de los habitantes de esta Alianza y de sus gobernantes, y las cuentas y sucesos de su gestión y el devenir de sus acontecimientos. Que fuere iniciado según sus mejores capacidades y esfuerzos por el escriba Dositeos Karpoforos Stefanou según los dictados del muy sabio Sofronios Diacheiristés Neocastro, y que pretendiere contener un registro fidedigno y completo de todo cuanto aconteciere entre sus muros y más allá, cuando fuere de importancia para sus habitantes o su legado.
Anno Domini MCCXX
- En donde se relata el Primer Concilio de la Alianza y la búsqueda exitosa de un falso relicario de origen hermético
- En donde se relata cómo la Alianza evitó que se enviara uno de sus navíos ayudando a un comerciante veneciano a investigar a la familia de su futuro yerno
- En donde se relata el nacimiento de Europa, hija de Cháris Ex Miscellanea
- En donde se relata la llegada de una misiva de la Mikaelos Pinakion y la respuesta que se le dio
- En donde se relata como un gato condujo a los magi de la Alianza hasta un nuevo nivel desconocido del regio, y lo que allí encontraron
- En donde se narran las indagaciones sobre la alianza perdida de Ypógeios en la Santa Ciudad de Constantinopla
- En donde se detalla el contenido de la misiva recibida por maese Eric de Criamon de parte del magus Artoud de Criamon
- En donde se relata la preocupación de mis señores ante las noticias de la guerra con el Imperio de Nicea
- En donde se hace recuento de las finanzas de la alianza a lo largo del año
Anno Domini MCCXXI
- En donde se detallan los preparativos de la alianza de Ourobóros ante las posibles consecuencias de la guerra contra el Imperio de Nicea
- En donde se detalla la reunión de mis señores con Theodoros Branas y la solución al problema de los Nizari Isma’ili
- En donde se narra el viaje de la Maia y la Celeno a Tesalónica, Atenas y más allá
En donde se detallan los preparativos de la alianza de Ourobóros ante las posibles consecuencias de la guerra contra el Imperio de Nicea
Siendo la fecha del mes de febrero del Año de la Natividad de MCCXXI mi señor maese Kóstas Allectoros o Émporos, siempre alerta a los movimientos y actividades que se desarrollan en el gremio comercial de Constantinopla la Primera Urbe del Mundo, informa al Concilio de la alianza de Ourobóros de lo que se transpira en dichos círculos, a saber: que se dice que las tropas del noble Emperador Teodoro I Laskaris han avanzado durante el invierno ocupando buena parte de las Tróadas; que se sospecha que los barones latinos están preparándose para actuar en su contra; que a estos efectos sin duda se preparará la Flota Imperial para zarpar con tropas en cuanto lleguen los buenos climas de la primavera; y que para ello sin duda se reclutarán los bajeles comerciales presentes en la ciudad, ya que la Flota Imperial es virtualmente inexistente desde que fuera destruida durante el innoble y sanguinario saqueo de la ciudad diecisiete años ha.
A la luz de estas preocupantes nuevas, el Concilio se reúne para decidir el mejor curso de acción, en la esperanza de poder evitar que la Maia y la Celeno sean reclutadas, con las terribles consecuencias que esto tendría para mis señores. Maese Allectoros recalca que, en caso de que las nefs no pudieran partir en sus rutas este año, las pérdidas para la casa comercial serían devastadoras. Mi sabio señor propone que, de darse el caso, podrían venderse las reservas guardadas en los almacenes de la casa. De esta manera podrían llegarse a reducir las pérdidas, calculando mi sabio señor que los ingresos podrían alcanzar aproximadamente las doscientas cuarenta hyperpyra (cuarenta libras) para las ventas de las reservas de suministros herméticos, y otras tantas para las ventas de las reservas de materiales de laboratorio, quedando además los almacenes de la casa completamente vacíos, con la consecuente ausencia total de ingresos en años subsiguientes si la situación se prolongara aún más.
Ante esta peligrosa perspectiva, mis nobles señores Hyperides Hylas seguidor de Verditius, Cháris Ex Miscellanea, Eric d’Ancelin seguidor de Criamon y Thubayta Bint Al-Hasan Al-Halqa Al-Shafiyya Ex Miscellanea deciden, conjuntamente con maese Kóstas Allectoros o Émporos, que ambas nefs deben partir lo antes posible, previamente a que se declare la llamada a las armas para los bajeles comerciales. La temprana marcha de las naves impedirá que puedan llevar las cargas que venderían en Antioquía, en el Levante, y es por ello que se planean sendas escalas para ambas en las que puedan esperar a la primavera y buscar mercancías que se puedan vender en Tierra Santa. Tras largas deliberaciones, se decide que la Maia partirá hacia Tesalónica, donde maese Allectoros tiene un contacto que piensa que podrá proporcionar un buen cargamento para la venta, llevando a bordo a mi señor maese Kóstas Allectoros; mientras que la Celeno partirá hacia Atenas, donde esperará a la Maia mientras busca mercancías que poder llevar a Levante, llevando a bordo a mi señor magus Eric d’Ancelin y dos grogs.
Mis señores magi consideran también el hecho de que tendrá lugar en el mes de mayo el Tribunal de Tebas en la isla de Delos, y las dificultades inherentes a alcanzar el lugar en caso de que la guerra se prolongue durante la primavera, como parece probable. Es por ello que mi señor magus Eric de Criamon partirá con la Celeno, para desembarcar en Delos cuando ambas naves partan juntas hacia los Reinos Cruzados. Mis señores los magi Hyperides de Verditius, Cháris Ex Miscellanea y Thubayta Ex Miscellanea deciden permanecer en Ourobóros, con intención de partir por tierra o mar en primavera, de la forma que se pueda, en compañía de los magi de Xylinites y de Mikaelos Pinakion que también se dirigirán al Tribunal. Mi señora la maga Thubayta Ex Miscellanea expresa así mismo su intención de llevar con ella al guía Khalid, que la acompañara ya en su viaje desde las tierras de los infieles.
En donde se hace recuento de las finanzas de la alianza a lo largo del año MCCXX
Siendo el final del año del Señor de MCCXX, mi señor Sofronios Diacheiristés Neocastro, chambelán de la alianza, y mi señor Philotheos Himerius Kyvernítis, castellano de la alianza, presentan ante el Concilio de la Alianza las cuentas referentes al año acabado.
La población completa de la alianza está compuesta por mi señor el magus Hyperides Hylas seguidor de Verditius, mi señora la maga Cháris Ex Miscellanea, mi señor el magus Eric d’Ancelin seguidor de Criamon, mi señora la maga Thubayta Bint Al-Hasan Al-Halqa Al-Shafiyya Ex Miscellanea, y mi señor maese Kóstas Allectoros o Émporos; el muy noble señor Theon Doukas, el castellano Philotheos Himerius Kyvernítis, el chambelán Sofronios Diacheiristés Neocastro y el escriba Dositeos Karpoforos Stefanou; el muy pío padre Simón Ristopoullos; el maestro Lysas Catacalon Dáskalos, el esbirro Theoclymenus y el guía Khalid; el armero Arinteo Flaccillo y el orfebre Leo Rizocopus; el capitán de turba Elias Moschus Polemistís, los grogs Genesio, Hyaleo, Maro y Pholo, y los mercenarios veteranos Psidias, Romanus, Frankoulio, Bardas y Kostas; el cocinero Manuel Mágeiras y los sirvientes Ktenas, Jacob, Eufasio, Mezezio, Victor, Tatico, Feliciano, Astico, Heraclono, Simeon y Zeno; los trabajadores Vitus, Sabas, Michael, Falkon, Joshua, Melitas y Manuel Ypállilos; y diez caballos.
Se hace primero recuento de los gastos de mantenimiento del armamento de los grogs. El capitán de turba, Elias Moschus Polemistís, se encuentra armado con un hacha, un escudo de torre, una armadura de escamas metálicas completa y un arco corto. Los grogs Genesio y Hyaleo se encuentran armados cada uno con una espada larga, un escudo de torre y una armadura de escamas metálicas completa, el grog Maro se encuentra armado con una espada larga, un escudo de torre, una armadura de escamas metálicas completa y un arco corto, y el grog Pholo se encuentra armado con una espada larga, un escudo de torre, una armadura de escamas metálicas completa y una alabarda. Los mercenarios veteranos Psidias, Romanus, Frankoulio y Bardas se encuentran armados cada uno con un hacha, un escudo de torre, una armadura de escamas metálicas completa y una alabarda, y el mercenario veterano Kostas se encuentra armado con un hacha, un escudo de torre, una armadura de escamas metálicas completa y una pica. El coste de mantenimiento de todo este armamento asciende a seis hyperpyra.
Los gastos en materiales consumibles varios ascienden a noventa y seis hyperpyra, pero se reducen en dieciocho hyperpyra gracias a los servicios como orfebre de maese Leo Rizocopus. Los gastos de mantenimiento del palacio ascienden a cuarenta y ocho hyperpyra. Los gastos de mantenimiento de los laboratorios de mis señores magi ascienden a veinticuatro hyperpyra. Los gastos en materiales de escritura para mis señores magi y el escriba Dositeos ascienden a treinta hyperpyra. Los gastos para alimentar a la población de la alianza ascienden a doscientas cincuenta y dos hyperpyra. Los salarios de los sirvientes, trabajadores, soldados, especialistas y demás ascienden a noventa y seis hyperpyra. Los impuestos al comercio ejercidos sobre la casa comercial por ser una casa griega, establecidos por los innobles francos y venecianos, ascienden a ciento veinte hyperpyra. Los gastos a causa de las diversas visitas de personalidades a la alianza a lo largo del año ascienden a doce hyperpyra. Finalmente, otros gastos no identificados suman la Libra de Enumerus, que asciende a seis hyperpyra.
Los viajes de las nefs de la casa comercial proporcionan unos ingresos de seiscientas sesenta hyperpyra en comercio de materiales mundanos, incluyendo unos ingresos adicionales de sesenta hyperpyra por el comercio de los vinos del muy noble señor Vasileio Eiredopoios desde Pyramus; y unos ingresos de seiscientas hyperpyra por el comercio de materiales de laboratorio e ingredientes mágicos vendidos a la Orden de Hermes a través de los miembros de Casa Mercere.
Los gastos totales de la alianza este año son, por tanto, de seiscientas setenta y dos hyperpyra, y los ingresos totales ascienden a mil doscientas sesenta hyperpyra. Las arcas de la alianza, que se encontraban vacías a principio de año, se incrementan en quinientas ochenta y ocho hyperpyra a lo largo del mismo, conteniendo a finales de año un total de quinientas ochenta y ocho hyperpyra.
Concepto | hyperpyra | libras |
---|---|---|
Gastos | ||
Armamento | seis | una |
Consumibles | setenta y ocho | trece |
Mantenimiento del palacio | cuarenta y ocho | ocho |
Mantenimiento de los laboratorios | veinticuatro | cuatro |
Materiales de escritura | treinta | cinco |
Alimentos y provisiones | doscientas cincuenta y dos | cuarenta y dos |
Salarios | noventa y seis | dieciséis |
Impuestos al comercio | ciento veinte | veinte |
Visitas | doce | dos |
Libra de Enumerus | seis | una |
Ingresos | ||
Materiales mundanos de Levante | seiscientas | cien |
Vinos de Pyramus | sesenta | diez |
Materiales mágicos de Levante | seiscientas | cien |
Totales | ||
Gastos totales | seiscientas setenta y dos | ciento doce |
Ingresos totales | mil doscientas sesenta | doscientas diez |
Arcas a principios de año | vacías | vacías |
Arcas a finales de año | quinientas ochenta y ocho | noventa y ocho |
En donde se relata la preocupación de mis señores ante las noticias de la guerra con el Imperio de Nicea
Siendo el mes de noviembre del año de Nuestro Señor de MCCXX, trae nuevas a la alianza maese Kóstas Allectoros o Émporos sobre un asunto mundano de muy serio carácter y posibles implicaciones de la más grave naturaleza: según se cuenta, el Emperador Teodoro I Laskaris del Imperio de Nicea ha reunido un nutrido ejército con el que ha marchado sobre las Tróadas, encontrado escasa resistencia en su avance, a pesar de la paz forjada en el Año del Señor de MCCXIV entre él y el difunto Emperador Latino Henri de Flandes, y ratificada por la también fallecida Emperatriz Regente Yolanda el año pasado al casar a su hija Marie de Courtenay con el Emperador Teodoro. A todos ojos resulta evidente que el Emperador Teodoro está aprovechando la falta de cohesión resultante de la ausencia de un Emperador en el trono de Constantinopla, tras la muerte de la Emperatriz Regente, para lanzar una ofensiva contra los territorios latinos. Mis señores se muestran preocupados ante la posibilidad de que esta ofensiva pueda bloquear el paso por el estrecho de los Dardanelos, impidiendo el acceso al Mar Egeo y bloqueando así las dos principales rutas comerciales de la Casa Allectoros.
En donde se detalla el contenido de la misiva recibida por maese Eric de Criamon de parte del magus Artoud de Criamon
Siendo el vigesimoquinto día del mes de octubre del Año de Nuestro Señor de MCCXX, se recibe en la casa comercial de la alianza una misiva procedente de la alianza de Xylinites, escrita por el muy sabio magus Artoud de Criamon para el siempre prudente magus Eric de Criamon.
El texto de la carta es un análisis examinando la historia de la visita de Orestes a Tauris, acompañado por su amigo Pílades, tal y como la cuenta Eurípides. Al llegar a Tauris, Orestes es hecho prisionero por los habitantes del lugar, ya que sus leyes exigen que se sacrifique a Artemisa a cualquier extranjero griego, sacrificio que llevará a cabo la sacerdotisa de Artemisa, de nombre Ifigenia. El texto aquí se extiende en las ramificaciones morales de este sacrificio, considerando la inocencia manifiesta de Orestes, que no ha cometido ningún acto innoble que le haga merecedor de ser ajusticiado, pero considerando también la falta de malicia por parte de Ifigenia, que únicamente pretende obedecer las leyes de Tauris y defender la justicia tal y como ella la entiende. Tras estas divagaciones, el texto desvela que Ifigenia es en realidad la hermana del propio Orestes, pero narra como ella no reconoce a Orestes como perteneciente a su propia sangre. Aún así, la sacerdotisa se ofrece a liberarlo a cambio únicamente de un servicio menor: que lleve una carta de ella hasta Grecia. Orestes, siendo un hombre noble, rehúsa violar las leyes de Tauris, pero ofrece a su acompañante y amigo Pílades llevar la carta mientras él se queda para ser sacrificado. Pílades, sintiendo un gran afecto por Orestes, se niega a aceptar su sacrificio, y finalmente lee la carta, que revela el parentesco entre Orestes e Ifigenia. Pílades exhorta entonces a Ifigenia a ayudar a su hermano, escapando los tres juntos sin sufrir daño. El análisis hace hincapié en la forma en que Pílades revela el lazo de parentesco que une a Orestes e Ifigenia, y en como exhorta a Ifigenia a liberar a Orestes sin condición alguna a la luz del parentesco que les une.
Un estudio crítico del texto extrae de una lectura analítica el siguiente significado implícito: que el magus Artoud se refiere en ella a la investigación llevada a cabo por el magus Teodoreto de Criamon sobre las acciones de maese Eric de Criamon en Selymbria la pasada primavera; que en la narración Orestes representa al magus Eric, mientras Ifigenia representa al magus Teodoreto y Pílades representa al mismo Artoud; que el magus Artoud no cree que mi señor d’Ancelin haya cometido delito alguno contra el Código de Hermes; que justifica las presiones del magus Teodoreto por su gran celo hacia la ley, antes que por una mala intención hacia mi señor; y que le tranquiliza afirmando que no habrá juicio contra él, especialmente a tenor de la pertenencia de todos ellos a la Casa Criamon, que debe anteponerse a esta disputa.
Situación
Los personajes viajan en el transiberiano, en el vagón de lujo. Son las 10 de la mañana y el tren atraviesa una de las regiones más abruptas de Siberia central. Cuando esta haciendo una parada rutinaria para repostar agua son atacados por un grupo de unos 20 – 30 bandidos cosacos al mando del temible capitán Kojak. Es el año 1935. Los personajes jugadores que intervienen en la escena son:
- James: un ex – ranger americano. Tipo rudo.
- Un arqueólogo, típico profesor de universidad. Lo llamaremos “el profesor”.
- Una hermosa y elegante diletante con aires de noble llamada Irina.
Además contamos con la colaboración especial del pnj:
- Coronel Denisov. Jefe de un regimiento de tanques ruso en Vladivostok. Héroe condecorado.
Y, claro está:
- Capitán Kojak: Temible jefe cosaco al que le gusta la juerga, las mujeres, las peleas y el alcohol. No necesariamente en este orden…
Acción
Los cosacos rodean al tren y se dividen en grupos para asaltar su contenido y pasajeros. El rudo James elimina rápidamente a los cosacos que estaban en el vagón de lujo y se dirige hacia el vagón de la locomotora, donde presumiblemente algunos cosacos están amenazando al maquinista. En el salón, al final del vagón, elimina a dos cosacos más para encontrarse cara a cara con el Capitán Kojak! que le mira con cara socarrona pistola en una mano y botella de vozca medio llena en la otra.
Se inicia un tiroteo con pocas consecuencias hasta que uno de los disparos de James rompe la botella de vozca. Ante lo cual el capitán exclama (en ruso): pero que haces tio! Tira su pistola, saca el sable y se abalanza hacia James que decide defenderse con su largo cuchillo de caza. Sigue una pelea sable contra cuchillo en la que nadie parece ganar ni perder terreno. En eso que llega el profesor y James aprovecha la circunstancia para saltarse al capitán diciendo: tengo prisa, le dejo con este que si no, no sería una pelea justa.
El capitán masculla algo ininteligible en ruso y continua con su nuevo contrincante que saca los puños y le reta a una pelea a puñetazos, al viejo estilo, mientras va saltando ágilmente con un juego de piernas digno del más diestro púgil inglés. El capitán sonríe (sonrisa lobuna) tira su sable y se dispone a demostrar a ese petimetre que a un cosaco ruso no le gana en pelea ni Dios. Y, ciertamente, después de unas cuantas hostias queda claro que, a pesar de que la esmerada técnica del profesor, la potencia de su pegada se queda algo corta comparada con los tremendos puñetazos de su rival.
Pero entonces llega el coronel Denisov, acompañado de cerca por la encantadora Irina que rápidamente apunta al capitán Kojac gritando: ríndase o es hombre muerto (en ruso). A lo que el capitán responde: no interrumpa una pelea de hombres! (en ruso barriobajero). Ante esta respuesta el coronel retiene a Irina que quería freír a tiros al capitán, diciendo: espere, es una cuestión de honor, ahora no podemos intervenir.
Así que la pelea continuó hasta que un fenomenal directo a la barbilla de Kojak envió el frágil cuerpo de su oponente al otro lado del pasillo. Hecho esto, el capitán se giró con una mirada de fiereza aún en su rostro, escupió un coágulo de sangre y alcohol, levantó las dos manos al frente en claro signo de que aceptaba ser esposado y dijo. Me rindo coronel, me rindo, solo querría pedir una cosa. ¿El que? preguntó Denisov. ¿Podrían traerme una botella de vozca a la celda, muy frío a ser posible?
Y así acabó la pelea…
En donde se narran las indagaciones sobre la alianza perdida de Ypógeios en la Santa Ciudad de Constantinopla
Siendo el octavo día del mes de octubre del año de Nuestro Señor Jesucristo de MCCXX, y tras la exploración del nivel superior del regio de la alianza, mis muy sabios señores Eric d’Ancelin seguidor de Criamon, Cháris Ex Miscellanea y Thubayta Bint Al-Hasan Al-Halqa Al-Shafiyya Ex Miscellanea deciden investigar más a fondo la historia de la anterior Alianza de Ypógeios situada en el Palacio de Nikerites, acudiendo para ello a ver al magus Tedoroeto seguidor de Criamon, de la Alianza de Xylinites.
Durante esta reunión, el magus Teodoreto interroga ampliamente en su condición de arché al noble Eric d’Ancelin sobre las actividades que este llevara a cabo en la ciudad de Selymbria el pasado julio, de las que ha tenido noticia por la reciente e inoportuna visita de la joven Dama Hannelora, hija del señor Vasileio Eiredopoios, que acudiera el día anterior al monasterio de Xylinites en busca del magus d’Ancelin, creyendo erróneamente que este era un monje que residía allí. Tras algunas disquisiciones sobre los actos del señor d’Ancelin en dicha ciudad, queda establecido que, aunque dicho magus actuó por cuenta de un poderoso noble mundano, Enrico Mauroceni, sus acciones no incurrían en cargos de interferencia con los mundanos por no atraer la ira de los mundanos sobre sus sodales, y por no utilizar ningún tipo de magia hermética en el transcurso de la investigación llevada a cabo a instancias de los Mauroceni.
Respecto a la historia de la Alianza de Ypógeios, Teodoreto les hace saber que dicha alianza fue fundada en el Año del Señor de MCCVI por los magi Antikles Periergos seguidor de Jerbiton, Polydora Charopós seguidora de Tytalus, Silenos Panagopoulos seguidor de Jerbiton y Cilla Ánthisi seguidora de Merinita, y existió en la ciudad durante aproximadamente cuatro años, hasta desaparecer misteriosamente en el Año del Señor de MCCX. Además, confirma que el símbolo grabado en el posible talismán encontrado en posesión del cadáver calcinado se corresponde al sigil del magus Silenos Panagopoulos. Narra también que, durante su existencia, los magi de Ypógeios contactaron con ellos con la intención de comerciar grandes cantidades de vis de Intellego por vis de otras Artes, en cantidades de alrededor de una torre de dicha vis (esto es, diez peones). Esto llama la atención de mis señores, ya que las fuentes de vis de la alianza consisten exclusivamente en las Artes de Rego y Vim, sin ninguna fuente conocida de la Técnica de Intellego. El magus Criamon informa también a mis señores que, tras la desaparición de la alianza de Ypógeios, se llevó a cabo una investigación hermética oficial al respecto, dirigida por el magus Georgios de Jerbiton de la alianza de la Tabula de Mikaelos, que era arché en aquella época, y con quien les recomienda hablar para obtener más información.
Considerando el mejor curso de acción para proseguir la investigación, mis señores deciden solicitar al muy noble señor Kóstas Allectoros o Émporos, socio comercial de la Alianza de Ourobóros, que indague entre los contactos comerciales de la ciudad, y al esbirro Theoclymenus y el guía Khalid que intenten obtener más información entre los mundanos de los alrededores del palacio, llevándoles estas investigaciones alrededor de una semana de trabajos.
Theoclymenus y Khalid indagan en el mercado cercano al palacio, localizando a algunos pequeños comerciantes a los que la alianza dejó algo de dinero en deuda al desaparecer. Estos les explican cómo, simplemente, los miembros de la alianza desaparecieron un buen día. Cuando las autoridades acudieron a investigar encontraron el palacio completamente vacío, y con señas que parecían indicar que los habitantes habían desaparecido sin repentinamente, tales como platos en la mesa, fogones encendidos, y demás. No se encontró, sin embargo, señal alguna de lucha, y las autoridades requisaron los bienes que se encontraron, repartiéndolos entre los acreedores. El mercader relata como, por ejemplo, él recibió como único pago un libro para el que no tenía ningún interés y que, afortunadamente para él, logró vender a un convento poco después, el de Xylinites. Preguntado respecto a la presencia de gatos, el mercader recuerda que estos eran muy comunes en el palacio en los tiempos de los Nikerites pero que, desde el asesinato de estos durante el abyecto saqueo de la ciudad, no se han vuelto a ver en las inmediaciones del edificio en las grandes cantidades que eran habituales por entonces.
Tras estas pesquisas, Khalid acude a los círculos de teatro y entretenimiento de la ciudad, averiguando que los magi de la alianza contrataban con frecuencia los servicios de actores y bailarinas, y celebrando actuaciones y obras al menos una vez por semana, siendo especialmente cercanos a las artes los magi Antikles Periergos y Silenos Panagopoulos. Este último parecía tener también un interés especial por los servicios íntimos de algunas de las bailarinas, que no tenían problema en complacer sus necesidades carnales por unos pequeños recargos. Los actores también habían tratado en ocasiones con la maga Polydora Charopós, de la que tenían una pobre opinión a pesar de sus intentos por mostrarse amistosa, probablemente a causa de los efectos de su Don. Por otra parte, parece ser que no habían tenido mucho contacto con la maga Cilla Ánthisi, a la que simplemente habían visto por el palacio en alguna ocasión escasa.
Por su parte, maese Allectoros indaga en el Gremio Comercial de la ciudad, averiguando que la alianza de Ypógeios subsistía principalmente como artesanos manufacturando libros, papel y material de laboratorio de vidrio, una buena parte de los cuales maese Allectoros piensa que se vendía dentro de la misma Orden de Hermes, a tenor de la disparidad entre las materias primas que compraban y los productos manufacturados que vendían entre los comerciantes mundanos. También localiza a uno de sus proveedores de materias primas, Thales de la familia Nasso, en cuyo empleo encuentra a tres supervivientes de la desgraciada alianza: un agente comercial llamado Lemnos, que se encontraba fuera del palacio cuando acaeció la desgracia, y los dos grogs que lo acompañaban. Interrogando a Lemnos, este le cuenta que lo que recuerda, a saber: que todos los habitantes de la alianza desaparecieron sin dejar rastro, tal y como ya se sabía por las indagaciones de Theoclymenus y Khalid; que poco antes de la desaparición habían visitado la alianza los magi Syagricus seguidor de Jerbiton y Evantia seguidora de Jerbiton, marchándose unos días antes de que desapareciera la alianza; y que el magus Antikles Periergos se había enfadado bastante unos días antes de la desaparición, porque se habían escapado algunas de las serpientes que tenían capturadas.
Finalmente, maese Allectoros averigua también, consultando los registros imperiales de la burocracia de la corte, que el Palacio de Nikerites había pertenecido a la familia Nikerites desde que se tiene constancia, y que dicha familia, exterminada en su totalidad durante el repugnante saqueo de la Ciudad de Dios de Constantinopla, había trazado sus raíces hasta la fundación de la ciudad por el Emperador Constantino, en el Año de Nuestro Señor de CCCXXX, bajo el nombre de Nova Roma Constantinopolis.
Tras estas averiguaciones, mis señores Eric d’Ancelin y Thubayta Al-Shafiyya se dirigen a la Alianza de la Tabula de Mikaelos, ya en el vigésimo segundo día del mes, para entrevistarse con Georgios de Jerbiton. Allí les recibe el magus Wilrich de Casa Flambeau, un enérgico y fervientemente cristiano miembro de la orden de origen germánico que acudió a Constantinopla junto a la Cuarta Cruzada pero que, al ver las atrocidades de los cruzados, se unió a los defensores de la Joya del Mediterráneo contra los cruzados, a los que tacha sin rubor de apóstatas y diabolistas. Les cuenta con fervor como batalló personalmente contra demonios que apoyaban a los cruzados durante la defensa de la Ciudad Santa, y como fue testigo él mismo de la terrible lucha en el Hipódromo entre la Hagka, una inmensa águila de dos cabezas que ha sido siempre la divina defensora del Imperio y parte del escudo de armas de la Ciudad, y una bestial criatura infernal, un demonio en la forma de un enorme leopardo negro bicéfalo alado, grande como un elefante. El vencedor del combate fue finalmente, según Wilrich, la criatura infernal, que hizo huir a la Hagka, gravemente herida. También según el Flambeau, el diabólico leopardo poseía una resistencia mágica que sus conjuros no lograron penetrar y, acorde a sus cálculos, de alrededor de décima magnitud. También afirma fervientemente el pío magus que todos los venecianos son diabolistas y consortes con demonios, y que el mismo Papa de Roma, Su Santidad Honorius Tertius, es un agente de Satán, pervertido por el Maligno o tal vez incluso consciente seguidor del Enemigo.
Enardecido por su narración, el magus Wilrich les hace partícipes de las aspiraciones de la alianza de la Tabula de Mikaelos, cuyo objetivo según él consiste en combatir contra las fuerzas infernales traídas por los venecianos al Imperio en general, y concretamente a Constantinopla de los Puertos, para restaurar así la grandeza de la Capital Imperial expulsando a los invasores latinos. A este efecto se encuentran embarcados en estos momentos en la búsqueda del paladio, un objeto que se encontraba guardado en una cámara bajo la Columna de Constantino junto a otras reliquias: doce cestas que contenían los fragmentos de las hogazas y pescados con los que Jesucristo alimentó a cinco mil, el hacha utilizada por Noé para construir el Arca, el frasco que contenía el perfume que la Magdalena vertió sobre la cabeza del Señor, y las cruces de los dos ladrones que fueran crucificados junto a Él en el Gólgota. Si el paladio y todas estas reliquias fueran restituidos, la guarda que protegiera otrora las murallas de Constantinopla contra los invasores sería restaurada. Es por ello, explica Wilrich, que justo antes del saqueo de la ciudad estos objetos fueron robados por alguien desconocido, pero que sin duda trabajaba para las Fuerzas del Maligno.
Tras la conversación con el magus Wilrich, mis señores hablan finalmente con el magus Georgios seguidor de Jerbiton, el que encabezara la investigación de la desaparición de la alianza de Ypógeios. Este les explica, con una actitud franca y abierta, que efectivamente investigó la desaparición de los magi de Ypógeios, junto a Teodoreto de Xylinites, y que al investigar encontraron el palacio completamente vacío, llamándoles especialmente la atención que el aura de la alianza había desaparecido, siendo sustituida por un aura divina de tercera potencia. Descubrieron entonces que se había generado un regio en el lugar, a donde había sido transportada el aura mágica de quinta potencia que fuera normal en la alianza, y obtuvieron acceso a dicho regio, no sin dificultades. Allí encontraron los cadáveres de los habitantes de la alianza, entre claras señales de combate, y los cadáveres de varias serpientes mágicas, destacando especialmente una de enorme tamaño de una veintena de yardas de longitud.
Tras examinar el regio, contactaron con el magus Syagricus, viajando a la Alianza del Jardín de Moero donde este reside, no sin alguna dificultad, y entrevistándose con él y con la maga Evantia. Syagricus se mostró colaborador y abierto, según explica el magus Georgios, pero Evantia fue algo esquiva y reacia a colaborar. Ambos les explicaron lo que sabían y les hablaron de la existencia de un regio con un aura de séptima potencia donde habitaba una mujer que parecía ser algún tipo de oráculo, y para acceder al cual los magi de Ypógeios se habían puesto en contacto con Evantia, dada su conocida experiencia en el área de las regiones. A la luz de esta información dedujeron ellos que no se había generado espontáneamente un regio, sino un nuevo nivel de un regio ya existente, suceso mucho menos inaudito que la primera hipótesis que habían barajado.
A su vuelta, los magi Georgios y Teodoreto intentaron acceder al nivel superior del regio, sin éxito. Tampoco lograron, en ningún momento de la investigación, hablar con Ypógeios, el genii loci del palacio y patrón de la alianza del mismo nombre.
Finalmente, la comisión de investigación decidió que la aparición del nuevo nivel del regio debía haber sido el resultado de un experimento desastroso de laboratorio, y que los magi debieron morir a manos de las serpientes, por motivos desconocidos, aunque sus cuerpos nunca fueron encontrados. A los tres años se les dio oficialmente por muertos.
Tras conversar con el magus Georgios, mis señores Eric de Criamon, Cháris Ex Miscellanea y Thubayta Ex Miscellanea acompañan a Wilrich de Flambeau a la catedral de Haghia Sophia, donde constatan que, tal y como les explicó el germánico, existe una poderosa aura de naturaleza infernal en la nave central, que mi señor d’Ancelin confirma que es de aproximadamente séptima potencia. El santo padre Simón Ristopoullos visita posteriormente la catedral acompañado de Theoclymenus, bajando también a las criptas que hay bajo la nave central en compañía de un sacerdote, y entre ambos constatan que el origen del aura es, efectivamente, el asesinato de más de un millar de sacerdotes y fieles ortodoxos inocentes a manos de los cruzados, durante el saqueo de la ciudad, y que la nefasta aura se adscribe únicamente a la nave, sin permear a las criptas que hay debajo.
No pasa desapercibido al vivo intelecto de mis siempre sabios señores una cierta disparidad entre lo narrado por el magus Teodoreto de Xylinites, y lo narrado por el magus Georgios de la Tabula de Mikaelos, ya que el primero afirmó no haber participado en la investigación, mientras el segundo declaró haberla realizado juntamente al primero. Extrañados por este hecho, mi señor Eric d’Ancelin escribe sendas misivas a ambos citándolos en Ourobóros, donde les confronta con tan singular paradoja. Ambos magi se reafirman en su versión, y se muestran muy extrañados por la del otro, así que se decide consultar con los grogs de ambas alianzas. Tanto los de Xylinites como los de la Tabula de Mikaelos afirman que el magus Georgios realizó la investigación él solo, de lo cual los magi deducen que los recuerdos del Jerbiton han sido alterados.
Recapitulando sobre su memoria de los acontecimientos, Georgios se da cuenta que en sus recuerdos él entregó a Teodoreto el libro que encontraron en Ypógeios y que contenía los textos de laboratorio de Antikles Periergos durante los cuatro años de existencia de la alianza, así como las reservas de vis que encontraron, que subían a un monto total de alrededor de tres reinas de vis (esto es, unos trecientos peones). Sin embargo, Teodoreto afirma no saber nada de todo esto, y explica así mismo que Georgios declaró en la vista en el Tribunal que no se había encontrado nada en Ypógeios, otro hecho que no coincide con los recuerdos del Jerbiton. También habla el magus Georgios sobre un asalto pirata que sufrieron en el viaje de vuelta de visitar la alianza del Jardín de Moero, que en sus recuerdos se saldó al hundir Teodoreto la nave insignia de los saqueadores, mientras que los grogs que le acompañaban aseguran que Teodoreto no iba en el viaje, y que la nave en verdad asaltó el barco en el que viajaban, luchando brevemente con la tripulación antes de ser expulsados de vuelta a su propia embarcación.
Los magi postulan varias hipótesis respecto a lo sucedido a la memoria del magus Georgios, pero ninguna se muestra suficientemente satisfactoria: ¿Si el objetivo era obtener la vis y el libro, por qué no borrar totalmente su existencia de su memoria, ya que claramente el autor podía eliminar recuerdos, como el del contenido de los textos de laboratorio? ¿Si el falso recuerdo es el resultado de un Ocaso del magus Georgios, por qué no recuerda haber entrado en Ocaso, ni había cambiado su comportamiento en ningún aspecto? ¿Si Teodoreto o Georgios mienten, por qué descubrir su propia mentira dirigiendo a mis señores a hablar con el otro? Y finalmente, ¿por qué no alterar también la memoria de los grogs que acompañaban al magus Georgios de Jerbiton en la investigación de Ypógeios y en el viaje al Jardín de Moero?
Castillo de Greyhawk
Master: Enric
Jugadores: Cristina, Skaven, Andrés, Christian y Carlos Aranda
Sistema de juego: Dragon Age
Horario: Semana A, Sábado Tarde
Adaptación del clásico humorístico de Dungeons & Dragons al sistema de juego de Dragon Age, y ambientado en el mundo de Mundodisco, de Terry Pratchett.
Nota: Esta partida sustituye temporalmente a la partida de Nebulosa Perdida, hasta que esta vuelva a ponerse en marcha.
Nota: Esta partida ya no está en activo desde el 4 de octubre de 2014.
En donde se relata como un gato condujo a los magi de la Alianza hasta un nuevo nivel desconocido del regio, y lo que allí encontraron
Siendo el séptimo día del mes de octubre del año de Jesucristo Pantokrator de MCCXX, el siempre mensurado maese Hyperides Hylas de Verditius encuentra en su paseo matutino por las dependencias de la alianza un gato que, en contra de lo que es habitual en los animales carentes de conocimiento o intelecto, no se muestra espantado por su presencia ni intimidado por los efluvios místicos que de su Don emanan. Espoleado por la curiosidad ante este suceso sorprendente, maese Hylas decide seguir a este peculiar animal, que parece interesado en conducirle a una zona todavía sin limpiar de la alianza. Allí, en uno de los pasillos que parten del patio principal, parece instarle a seguirle más allá de una sección en la que el techo se ha derrumbado, bloqueando el paso.
Maese Hylas, según la dignidad de su condición de prohombre, hace llamar a unos sirvientes para que procedan a limpiar los escombros. Mientras los sirvientes proceden a franquear el acceso, maese Hylas envía siguiendo los dictados de la prudencia a investigar al innoble Theoclymenus y al guía infiel que trajera consigo la maga Thubayta Al-Shafiyya, el árabe Khalid. Estos avanzan más allá de los trabajos de limpieza, siguiendo al felino por unas escaleras que descienden a una cámara bajo tierra constituida en su mayor parte por un estanque subterráneo artificial con varios canales que se adentran en la oscuridad, donde el minino parece instarles a seguirle por la única salida que no es un canal, un arco a través del cual Theoclymenus asegura que se puede acceder a otro nivel del regio en el que se alza el palacio de la alianza. Movidos por la cautela, los dos siervos retroceden para informar a su amo, que ejerce su siempre buen juicio y resuelve poner estos hechos en conocimiento del resto del Consejo de Miembros, convocando una reunión de carácter excepcional.
Reunidos pues los muy sabios magi de la Orden de Hermes Hyperides Hylas seguidor de Verditius, Cháris Ex Miscellanea, Eric d’Ancelin seguidor de Criamon y Thubayta Bint Al-Hasan Al-Halqa Al-Shafiyya Ex Miscellanea, expone el magus Hyperides Hylas lo acontecido, y se decide por votación unánime investigar la cámara y al inusual felino. A este fin se reúne una expedición encabezada por los magi Hyperides Hylas de Verditius, Eric d’Ancelin de Criamon y Cháris Ex Miscellanea, y compuesta del capitán Elias Moschus, los grogs Genesio, Hyaleo y Pholo, y el guía Theoclymenus. Para la expedición se asigna a Pholo el papel de grog escudo del magus Hylas, a Hyaleo el de grog escudo de la maga Cháris y a Genesio el de grog escudo del magus d’Ancelin. Como medida de seguridad en caso de que se encuentren problemas, el Consejo de Miembros aprueba que los magi de la expedición lleven consigo parte de las reservas de vis de la alianza, para disponer de ellas en caso de emergencia, tomando consigo maese Hylas dos peones de Rego y maese d’Ancelin tres peones de Rego.
El grupo regresa a la cámara subterránea, donde el gato sigue esperándoles, conduciéndoles por el pórtico hacia una escalera que asciende de nuevo. Theoclymenus, gracias a sus extrañas dotes oculares, dice percibir que han penetrado en un nivel superior del regio, y los magi confirman que se encuentran ahora en un aura de séptima potencia, aparentemente un nivel superior del regio hasta ahora desconocido. La escalera les conduce de vuelta al patio principal con columnas, pero pronto se aperciben de discrepancias con el patio que ya conocen, ya que la construcción aquí resulta reminiscente del estilo arquitectónico clásico, los edificios que rodean el claustro tan solo tienen una planta de altura, el jardín se encuentra poco cuidado y poblado de hierbas altas, y la figura del estanque central, que debiera ser una estatua de un pez de cuya boca brota ocasionalmente un poquito de agua, hay una fuente con una estatua de una mujer con los ojos vendados sosteniendo un ánfora, de la que mana agua constantemente.
Decidiendo ignorar al felino, la expedición se dirige al pórtico que da acceso al patio posterior, donde se encuentran los sanctum de los magi. La antesala del pórtico está decorada con un fresco a lo largo de sus paredes que muestra a una mujer sentada sobre un taburete de tres patas recibiendo a una cola de hombres, y que la muy perspicaz maga Cháris Ex Miscellanea indica que le resulta reminiscente de las representaciones de oráculos y sibilas, que habitualmente se muestran sentadas sobre taburetes similares. Esta antesala contiene otro portal, que en lugar de franquear el acceso al patio posterior, da en este caso paso al exterior del edificio, que parece limitarse únicamente al patio principal y las salas que lo rodean. Al otro lado del dintel se puede ver un claro de hierba alta con una gran roca de la que mana un manantial de agua que se acumula en un pequeño estanque natural a su pie, rodeado todo ello por un bosque de higueras bajas. Los muy sabios magus comentan entre sí, sorprendidos, que este nivel del regio parece ser mucho mayor de lo esperado por ellos.
Encontrándose ya prestos a acceder al claro, la preclara intuición de la compasiva maga Cháris la impulsa a advertir al grupo de un peligro inminente, y el sicario Theoclymenus haciendo alarde de una aguda perspicacia advierte de la presencia entre la hierba de pequeñas serpientes amarillas con marcas de diamantes negras en la espalda, deteniendo a una de ellas antes de que pueda atacar a Genesio. Considerando el peligro de la situación, y ante la insistencia del felino que parece estar intentando atraer la atención del muy prudente magus Hylas de vuelta hacia el patio, mis señores deciden regresar al patio, siguiendo al minino que les conduce hacia una de las salas que lo rodean antes de desaparecer saltando al exterior por una ventana. Allí el grupo encuentra una pavorosa escena, pues la sala se encuentra completamente calcinada, con un largo banco de piedra en el centro que ha sido desplazado por un extremo hasta la pared posteriormente a la incineración de la estancia, y el cadáver al fondo de una persona, a penas ya un esqueleto carbonizado, que parece haber muerto sujetando un nutrido conjunto de pergaminos entre sus brazos, también completamente abrasados.
Un primer examen de los pergaminos quemados permite recobrar algunos fragmentos aún legibles, pero escasos y difíciles de relacionar. Tras una lectura de los mismos, el siempre lúcido magus d’Ancelin dice pensar que se trata de alguna especie de diario de uno de los magi de la alianza de Ypógeios, la anterior alianza que estuvo instalada en este palacio de Nikerites. La maga Cháris cree recordar que dicha alianza estuvo asentada aquí poco después del sangriento, aborrecible, execrable, abominable saqueo de la más grande, santa e ilustre de todas las ciudades de la cristiandad, Constantinopla, Puerto del Mediterráneo, devastada por la codicia y la sed de sangre de los falsos cruzados heréticos y apóstatas a la Fe. Sin embargo, la compasiva maga no recuerda con precisión los detalles de aquella alianza perdida, ni los pormenores de las circunstancias de su desaparición.
A la luz de la narración de los textos, mis señores intentan comunicarse con el espíritu del palacio de Nikerites, que les responde incluso en este nivel superior del regio, pero se muestra reacio a contestar preguntas relativas a los habitantes de la anterior alianza, manifestando únicamente que desaparecieron por no hacer caso a sus consejos, y conminando a mis señores a abandonar el lugar y volver al nivel inferior del regio.
Mis atentos señores conjeturan la posibilidad de que el cadáver encontrado pudiera ser el de uno de los magi de aquella desdichada alianza, especialmente a tenor de un objeto que pende aún de su cuello, y que los preclaros magi coinciden en pensar que pudiera tratarse de su talismán. Mientras maese d’Ancelin prosigue la exploración del lugar con Theoclymenus, mi señor Hylas y mi señora Cháris prosiguen el examen de la sala, llegando a varias hábiles conclusiones, como que el cadáver lleva muerto al menos una década a tenor de su estado actual; que el banco fue movido mediante la magia, ya que no hay marca alguna en el hollín de manos que lo empujaran; que al moverlo impactó con fuerza contra la pared, hiriendo a alguien que llevaba ropajes blancos vaporosos, probablemente un vestido de mujer; que esta persona salió caminando, descalza y herida, después de recibir el golpe, aunque el deterioro de las huellas a causa del tiempo transcurrido desde que se dejaran y el paso de varios animales pequeños por el lugar impiden determinar el tamaño del autor, su género u otra información útil; y que se encontraba ya dentro de la sala cuando esta fue incinerada, pues hay marcas de salida en el hollín, pero no de entrada.
Al tiempo que esto ocurre, mi señor el magus d’Ancelin explora otras estancias del claustro, enviando a su sicario Theoclymenus por delante a recabar similar información. Este último encuentra una sala llena de ánforas aparentemente de vino, algunas de ellas rotas; otra sala con el techo hundido, partiendo una gran mesa de piedra que había en el centro, con los escombros sembrados de viales rotos, restos de cristal, y otros objetos que podrían hacer pensar en un laboratorio hermético; otra sala llena de pequeños fragmentos de terracota en los que hay textos inscritos que pasa a examinar el muy ilustre señor d’Ancelin; otra sala vacía; y una antesala recibidor con grandes portones rotos, que da al exterior del edificio por la parte frontal, permitiendo a Theoclymenus observar unos establos de madera arruinados junto a la entrada, por la parte de fuera, y un camino que se aleja del edificio, adentrándose en el bosque de higueras.
El examen de los fragmentos de terracota lleva al preclaro magus d’Ancelin a pensar que pudiera tratarse de un registro de respuestas de un oráculo de algún tipo, aunque la ausencia de un registro de las preguntas dificulta interpretar las respuestas o incluso confirmar si la teoría es correcta. Entre los escritos que revisa, unos pocos de entre lo que a primera impresión parecen más de doscientos fragmentos, encuentra textos como “Las pezuñas del caballo hollarán la media luna” o “El águila bicéfala devorará a la negra pantera alada”.
Todo este proceso de investigación, sin embargo, se ve repentinamente interrumpido ante el ataque de unas pequeñas pero numerosas serpientes, prontamente avistadas por el vigilante Theoclymenus, que da la voz de alarma al advertir que se acercan entre las hierbas del patio. Los grogs se aprestan a defender a los magi a su cuidado, rebanando las serpientes con tanta presteza como pueden mientras evitan sus mordeduras, sin duda venenosas, y ninguno se aplica tan eficazmente en esta tarea como el enérgico Theoclymenus, que en ocasiones llega a decapitar a dos y hasta tres serpientes de un solo sesgo de espada. Sin embargo, la aparición de nuevas y mayores áspides, estas de naturaleza mística según mis señores magi, obliga al grupo a replegarse, pues las sierpes mágicas escupen un veneno de índole no natural que abate a Genesio y Pholo. No es sino la oportuna aparición de mi señora Cháris, habiendo tomado sabiamente la forma de una temible águila, que aterra a los ofidios y provoca que se retiren amedrentados, proveyendo al grupo del espacio necesario para retirarse a la escalera, abandonando el nivel del regio, pero con el temple y la disciplina necesarios para no dejar atrás a los caídos, y para llevarse consigo los cadáveres de las serpientes mágicas, que mis señores determinan posteriormente que contienen un total de diez peones de vis de Animal, a razón de dos peones por serpiente.